LA EDAD MODERNA
Esta
edad duró unos 300 años (mediados del siglo XV a finales del XVIII). En muchos
aspectos fue de ruptura con el pasado medieval; en otros, fue la evolución y
persistencia de elementos de la Edad Media. En contraste con ésta, durante la
Edad Moderna hubo fuertes Estados monárquicos unificados, que lucharon por
imponer su supremacía, creció la importancia social de la burguesía, se
desarrolló el sistema capitalista -desconocido hasta entonces y basado en el
auge del comercio marítimo-, predominó la mentalidad individualista y
progresaron las ciencias orientadas hacia el conocimiento del hombre y el
mundo.
Al
mismo tiempo, continuó la presencia hostil del Islam, con la dominación turca
en el este de Europa; nobleza y clero conservaron sus privilegios sociales y
económicos; la producción agraria mantuvo su predominio y la religiosidad
impulsó descubrimientos y empresas económicas y expandió la Civilización
Occidental en su afán de propagar el cristianismo.
La
Edad Moderna fue una transición muy importante en la historia de Europa:
preparó los tiempos contemporáneos y colocó a los europeos a la cabeza del
mundo. En esta Edad participó América, sometida a los países colonialistas,
condicionando con la formación de sus hombres y con su desarrollo económico los
altibajos de sus metrópolis europeas.
EL
RENACIMIENTO
En
los lugares de Europa en donde hubo acumulación de riquezas derivada del
comercio se desarrollaron con gran fuerza, desde el siglo XIV, las artes y las
ciencias. Este despertar de la cultura tomó el nombre de Renacimiento, porque
se trataba del rescate de las formas clásicas griegas y romanas, es decir,
renacía la cultura clásica.
El
período estuvo caracterizado por una gran inquietud intelectual auspiciada por
la burguesía, la cual ya se había convertido en un grupo social poderoso
económicamente. El Renacimiento surgió en las ricas ciudades italianas, desde
donde se expandió a otras zonas de Europa como España, Inglaterra y a Flandes,
o sea, a los Países Bajos.
Uno
de los aspectos más sobresalientes del Renacimiento fue el humanismo. Esta fue
una corriente de pensamiento que comenzó a preocuparse por los asuntos del
hombre, lo cual implicaba un giro del tradicional teocentrismo medieval, hacia
una concepción antropocentrista, es decir, a considerar al hombre como centro
del universo. Esta actitud suscitó un marcado interés por tener un conocimiento
de todas las ciencias y las artes, juzgando todo desde la razón.
La
aparición de este último elemento introdujo a la sociedad en un proceso de
secularización, es decir a analizar las cosas no desde la fe sino desde la
razón, del análisis científico. La
difusión del humanismo fue posible gracias a la imprenta, invento chino
perfeccionado por Juan Gutenberg en 1440. Gracias a la aparición de la imprenta
los libros dejaron de ser copiados a mano, bajaron sus costos y se difundieron
rápidamente. Con este elemento, la cultura humanista avanzó con rapidez.
El
Renacimiento y su humanismo se expresaron en todos los campos del saber. En la
filosofía sobresalieron Erasmo de Rotterdam con El elogio a la locura, Nicolás
Maquiavelo con El Príncipe. La astronomía tuvo grandes progresos cuando Nicolás
Copérnico enunció la teoría heliocéntrica, la cual enunciaba que el Sol era el
centro de los planetas y no la Tierra. Andrés Vesalio y Miguel Servet
contribuyeron al conocimiento de la medicina y la anatomía.
En
las artes se lograron importantes avances. Petrarca, Boccacio y Dante Aligheri
se hicieron famosos por sus obras literarias. Mientras que Miguel Ángel,
Leonardo da Vinci y Rafael Sanzio se destacaron en la pintura, la escultura y
la arquitectura otras artes. En los Países Bajos se destacaron Van Eyck, el
Bosco y Brueghel el Viejo y en Alemania Alberto Durero. De esta manera el Renacimiento
se constituía en el primer paso hacia la formación del mundo moderno.
El humanismo
Todos
los cambios producidos en la sociedad durante los siglos anteriores llevaron a
la creación de una nueva forma de pensar que se conoce con el nombre de
Humanismo, el cual se caracterizó por los siguientes rasgos:
·
Preocupación
por el hombre. Durante la Edad Media, el pueblo y los pensadores se había
preocupado ante todo por el tema de Dios. Poco a poco, sin embargo, el polo de
interés fue desplazándose, y los llamados humanistas se dedicaron a estudiar
al hombre.
· Triunfo
de la razón. Durante la Edad Media, tradición y la autoridad de los maestros se habían considerado suficiente argumento para demostrar la verdad o falsedad
de una doctrina. Los humanistas, en cambio, discutían, argumentaban e
investigaban.
·
Curiosidad
y conocimiento universales. Los humanistas aspiraban a saber de todo, a conocer
todo; no querían ser especialistas, sino sabios.
· Afición
a todo lo clásico. Los humanistas cultivaron el estudio del griego y del latín,
porque el conocimiento de estas lenguas era necesario para estudiar las obras
de la antigüedad.
Arte renacentista donde se rinde culto al cuerpo
human. (Nacimiento de la Venus- Botticelli).
EL CAPITALISMO
El
comercio que se había originado en la Edad Media, se intensificó con especial
fuerza durante el siglo XV Su resultado fue une acumulación de riqueza, de la
cual no sólo participaban los mercaderes sino también los recién formados
Estados nacionales de Inglaterra, Francia y España. Especialmente esta última
monarquía se vio rápidamente enriquecida mediante su crecimiento territorial y
todas las riquezas que comenzaron a afluir desde sus colonias. De esta manera
el siglo XVI hacía transición de un: economía de mercaderes a un capitalismo
mercantilista.
La
economía se incrementó a través de los bancos, los préstamos y se comenzó a
medir por la acumulación de las riquezas de oro plata que tenían las potencias,
acumulación que comenzó a cambiar las formas de vida cotidiana, la política y
la religión.
Al
comenzar el siglo XVII los nobles y los burgueses tenían una gran confianza en
el enriquecimiento y la estabilidad de su sociedad. El capitalismo mercantil
marchaba bien y se consolidaba el primer sistema mundial. De este modo se denominaba
este sistema económico, el cual se estaba implantando en todo el mundo. Pero en
las primeras décadas del siglo XVII se declaró una gran crisis en todos los
órdenes: la política se volvió absolutista, los precios de los productos
básicos subieron y, en consecuencia, se extendieron las hambrunas y las
pestes.
A
pesar de la crisis del capitalismo en el siglo XVII, éste salió fortalecido de
tal manera, que en el siguiente período la economía capitalista se consolidó,
siendo su resultado la Revolución Industrial, el punto de despegue de nuestro
actual sistema económico.
Una
de las herencias de este período fue la consolidación del capitalismo. Hoy en
día la mayoría de los países del mundo se rigen por este sistema, el cual a
pesar de su éxito no está exento de crisis. El hombre del siglo XX también
sienta su confianza en la eficacia de este sistema económico.
LA REFORMA PROTESTANTE
Las
causas de la Reforma luterana se venían formando en los últimas dos siglos.
Entre las más importantes se encontraban:
·
El
descrédito en que había caído la Iglesia por sus abiertas actuaciones políticas
y los escándalos que suscitaban algunos de sus miembros, fueron mermando su
poder.
·
El
Renacimiento, particularmente la aparición de un pensamiento humanista más
reflexivo y crítico, formó pensadores como Erasmo de Rotterdam y Tomás Moro
quienes sabía que era necesario modernizar la Iglesia. Sus ideas influyeron
sobre los reformadores.
·
El
desarrollo del capitalismo porque introdujo cambios importantes en los valores
de la época.
Con
estas condiciones, en 1517 el papa León X concedió indulgencias o beneficios espirituales
a quienes dieran limosna para construcción de la Basílica de San Pedro. Un
sacerdote agustino alemán, Martín Lutero, se opuso a esta política papal. Ese
mismo año, fijó en la puerta de la iglesia de Wittenberg, las 95 tesis en las
cuales negaba la doctrina de las indulgencias.
Sus
postulados más importantes eran los siguientes:
·
El
hombre peca porque no es libre para escoger entre el bien y el mal. por su
naturaleza está inclinado hacia el mal.
·
Solamente
la fe justifica al pecador. La misericordia de Dios perdona gratuitamente los
pecados por los méritos de Cristo. La fe en Dios y su misericordia es lo único
que da la salvación eterna. Por tanto, las buenas obras, los sacramentos, la
Virgen y los santos no pueden ayudar a borrar pecados ni a salvar el alma.
·
La
palabra de Dios está contenida en las Sagradas Escrituras y no necesita
intermediario; el cristiano puede interpretarlas de acuerdo con su conciencia
(libre examen).
·
La
Iglesia no tiene poder sobre las conciencias, por tanto no hay necesidad de
papas, obispos y sacerdotes. Tampoco tienen que existir conventos ni
monasterios, ni el celibato de los religiosos.
·
No
debe haber sino tres sacramentos: bautismo, penitencia y eucaristía. Estos dos
últimos, muy distintos a la forma establecida por la Iglesia.
·
La
renovación religiosa debe ser organizada y regulada por los príncipes y
monarcas.
La expansión de la
Reforma
La
Reforma de Lutero se difundió rápidamente por Alemania. Los príncipes alemanes
supieron emplear la nueva doctrina en beneficio de sus propios intereses,
especialmente para independizarse del poder de Roma y para oponerse al rey
Carlos V, quien defendía a los católicos.
En
otras regiones de Europa surgieron reformadores, tales como Calvino y Zuinglio,
quienes se inspiraron en las ideas de Lutero. Sus ideas tuvieron efectos en
Suiza y Francia.
Por
otra parte, en Inglaterra surgió en aquellos años la reforma de Enrique VIII de
la cual surgió la iglesia anglicana. Enrique, que estaba casado con Catalina de
Aragón, solicitó el divorcio para casarse con otra mujer. El Papa no aceptó su
petición, por lo que en 1534 Enrique VIII le negó su obediencia y se proclamó
jefe de la Iglesia de Inglaterra.
La respuesta de la
Iglesia católica
Frente
a las nuevas circunstancias, la Iglesia se dio cuenta que era necesario
emprender una seria reforma interna, la cual tuvo dos objetivos: afirmar la fe
católica y reformar las costumbres. A esta reforma se le llamó la
Contrarreforma católica.
• El Concilio de
Trento. La primera respuesta de la Iglesia fue convocar el concilio de Trento.
Esta tarea fue llevada a cabo por Paulo III. Se tomaron medidas encaminadas a
corregir algunos problemas de la Iglesia, entre las que se destacaron la
creación de los seminarios para educar al clero, la reordenación de las
parroquias y la obligación de residencia de los obispos en sus diócesis.
• Las órdenes
religiosas. La Contrarreforma católica contó con el apoyo de las órdenes
religiosas. Entre estas congregaciones se destacó la Compañía de Jesús, fundada
en 1534 por el español Ignacio de Loyola. Los jesuitas sobresalieron por su
sólida formación intelectual y su voto especial de obediencia al Papa.
Las guerras de
religión
La
reforma dividió a Europa en dos bloques religiosos: católicos y protestantes.
El protestantismo se había difundido de una manera pacífica, pero ante el
fracaso de las negociaciones para dirimir los conflictos dogmáticos, se
recurrió a las armas. Este proceso dio lugar a las guerras religiosas. Los
protestantes alemanes formaron la Liga de Smalkalda y los católicos se
agruparon en la Liga de Nuremberg. Después de muchos años de guerra firmaron la
paz de Augsburgo, mediante la cual se concedía libertad religiosa a los
príncipes.
Izquierda: Martín Lutero - Centro: Calvino - Derecha: Enrique VIII
DESCUBRIMIENTOS GEOGRÁFICOS DE EUROPA POR EL MUNDO
Descubrimientos portugueses
Hacia el
siglo XV, los portugueses lograron cruza la línea del Ecuador y llegar a
Guinea, en África donde encontraron oro y marfil, lo que convirtió a Portugal
en uno de los países más ricos de Europa. En el año
1.486, Bartolomé Días, al mando una expedición patrocinada por el rey Juan con
tres barcos de 50 toneladas cada uno, logró llegar a la parte meridional de
África, lugar al que en un principio bautizó como "cabo de las
Tormentas" y luego “Cabo de la Buena Esperanza”. Posteriormente,
vasco da Gama, bordeando Ias costas africanas, logró llegar a la India en el año 1.498.
Descubrimientos españoles
Junto con
Portugal, España, que en el siglo se hallaba luchando por la reconquista de los
territorios de manos de los árabes, también dedicaba sus esfuerzos y recursos a
la aventura d los descubrimientos.
Los Reyes
Católicos patrocinaron una expedición española que, navegando hacia el
occidente, buscaba llegar a las costas orientales de Asia. Fu dirigida por
Cristóbal Colón, quien, luego de setenta días de viaje, al amanecer del 12 de
octubre de 1.492 vio por primera vez
tierra americana.
Posteriormente
realizó tres nuevos viajes, en los que recorrió las costas e islas del Caribe.
Los viajes de Colón motivaron otras exploraciones al nuevo territorio. Entre
los jefes más de marcados de las nuevas expediciones mencionaremos los siguientes:
·
Fernando
de Magallanes. En 1.520 cruzó el trecho que comunica el océano Atlántico el
Pacífico. Juan Sebastián Elcano. Fue el primero en la vuelta al mundo,
confirmando así la redo de éste. Fue compañero de expedición de Fernando de
Magallanes.
·
Américo
Vespucio. En el año 1.503 publicó libro titulado Mundos Novus con descripción
de las tierras recién encontradas.
Descubrimientos ingleses
Pocos años
después de que España entrara en contacto con el continente americano, el rey
de Inglaterra, Enrique VII, patrocinó una expedición, al mando de John Cabot,
hacia las costas de Norteamérica.
El barco
partió en mayo de 1.497 del puerto de Bristol, Inglaterra, con dieciocho
marineros y el hijo de Cabot, Sebastián. Semanas después, el 24 de junio, los
expedicionarios avistaron la costa de Labrador. Posteriormente la recorrieron,
bautizando los cabos e islas que encontraban.
En la
primavera de 1.498 Cabot realizó una nueva expedición, esta vez al frente de
300 hombres. Visitaron Groenlandia, luego navegaron hacia el oeste, bordearon
la costa oriental norteamericana y llegaron hasta la bahía de Chesapeake.
Luego de
esta expedición, y por falta de dinero, Inglaterra dejó por mucho tiempo de
explorar y colonizar. Pero durante la segunda mitad del siglo XVI, con el
patrocinio de la reina Isabel las expediciones
se reanudaron.
Descubrimientos franceses
Hacia el
año 1.524, el rey de Francia, Francisco envió al florentino Juan Verazzano a explorar
las costas norteamericanas, desde Terranova hasta Nueva York.
Diez años
después, Jacques Cartier remontó el río San Lorenzo y tomó posesión de Canadá,
en nombre del rey de Francia. A principios del siglo XVII, Champlain, Nicolet y
Raymbault llegaron hasta los Grandes Lagos, y los jesuitas Menard, Marguette,
Jolliet y Hennepin exploraron el río Missisipi, e Illinois y el Ohio.
Geografía y economía del absolutismo
El
mercantilismo que se había desarrollado en Europa durante la segunda mitad del
siglo XVI, abarcó toda la producción económica del siglo XVII y bien entrado
el siglo XVIII. Por el sistema llamado mercantilismo, se entendía la producción
económica basada en la acumulación de metales preciosos tales como el oro y la
plata. La riqueza de las naciones se medía de acuerdo con la posesión de la
mayor cantidad de estos metales, por lo que éstas preferían vender mucho y
comprar poco, para mantener un beneficio económico a su favor. Durante el
siglo XVII el mercantilismo estimuló la producción de manufacturas en
Inglaterra, Francia y Holanda. La manufactura era la producción manual de los
artículos de uso diario y de lujo que los países necesitaban para su propio
consumo, evitando de esta manera tener que importarlos.
Estos
países lograron una gran acumulación de riquezas debido a que sus productos
eran vendidos a España, la cual poseía grandes cantidades de oro y plata
traídos de América. Además, comerciaban sus mercancías con Oriente y algunas
colonias americanas.
Ya para el
siglo XVII, estos países habían colonizado amplias zonas costeras de África,
Asia y América. Por esta razón se preocuparon por someter estas regiones a un
estricto control, ya que de ellas se obtenía la materia prima necesaria para
elaborar las manufacturas. Una vez procesados los productos, eran también
comercializados en las colonias.
A esto se
le sumó el establecimiento de aduanas, a través de las cuales se gravaba con
altos impuestos las mercancías extranjeras. Inglaterra dio ejemplo con el
establecimiento del Acta de navegación en 1651, la cual protegía su industria
nacional.
Esta
situación acrecentó el poder de los burgueses quienes producían las
manufacturas, especialmente en Holanda, Suecia y Francia, países donde entraron
a apoyar a las monarquías absolutas. Debido a su apoyo la economía de estos
países fue muy estable, por lo que los burgueses fueron escogidos como
ministros y funcionarios, de modo que fueron adquiriendo poder y prestigio. El
caso/más representativo de esta alianza fue el ministro de Luis XIV, John
CoIbert.
La
prosperidad holandesa e inglesa se proyectó en la creación de monopolios.
Holanda creó en 1602 la Compañía holandesa de Indias Orientales, la cual
monopolizó durante dos siglos el comercio de sedas y especias entre Europa y
Oriente. Inglaterra creó varias compañías de monopolio: la de Indias Orientales
y la moscovita, entre otras, las cuales monopolizaban los productos de
determinadas regiones.
BIBLIOGRAFÍA
- HARRISON, John B. Estudio de las civilizaciones occidentales. Editorial Mc Graw Hill.
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